Con el objetivo de involucrar a los jóvenes universitarios en todas las cuestiones relativas al tercer mundo, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la asociación SOLMAN vuelven a las aulas universitarias con un ciclo de conferencias destinado a fomentar la solidaridad de los estudiantes con los países del Tercer Mundo.
El Aula de Solidaridad retoma la Facultad de Letras del Campus de Ciudad Real con ánimos renovados y con un lema contundente Pobreza=Indignidad=Indignación, para remover las conciencias de los jóvenes universitarios que cada año llenan las conferencias que se imparten con el ánimo de comprender las enormes diferencias entre seres humanos.
En la primera sesión, celebrada esta tarde, los asistentes tuvieron la ocasión de escuchar al escritor manchego Esteban Rodríguez, gran experto en temas relacionados con el desarrollo en Latinoamérica y colaborador de Solidaridad Manchega.
Esteban Rodríguez abrió su intervención con un recorrido por La pobreza en el marco de los objetivos del milenio, título de su conferencia. El experto en temas de desarrollo centró la primera parte de su charla en explicar “qué entendemos por pobreza, cuál es la realidad y cómo se diferencian conceptos de pobreza, dependiendo de que estemos en el primer o tercer mundo”.
Cree Rodríguez que “La diferencia entre pobreza y pobreza absoluta la marcan las diferencias entre el mundo occidental y el resto del planeta”, “se puede ser pobre por no acceder a una serie de servicios, pero lo lamentable es ser tan pobre, que no tienes ni siquiera para comer cada día”, sentencia Rodríguez Ruiz. El escritor manchego habló sobre las causas de esa realidad, a las que calificó de “estructurales” y, desde esa panorámica, comentó los objetivos del mileno para la pobreza, unas metas que se marcó la ONU en la reunión del año 2000 y que guiarán sus acciones hasta el año 2015.
De la evolución de estos objetivos, en 2005 hizo un informe donde se refleja cómo se encuentra actualmente el nivel de cumplimiento de los mismos, y cómo se ha mejorado, en algunos casos, y empeorado, en otros. Asia y América Latina han conseguido mejorar aspectos como la escolarización y la alimentación; pero África, la subsahariana, en concreto, va para atrás. Ha empeorado a nivel de escolarización y de alimentación, y enfermedades como el sida, el paludismo o la tuberculosis están fuera de control.
Para finalizar, Rodríguez quiso hablar en positivo sobre experiencias concretas de desarrollo, que tienen un carácter local, como por ejemplo: programas de desarrollo en Asia y América Latina sobre Salud y huertos para alimentación primaria o infraestructuras, que intentan conseguir una repercusión nacional, donde se implica toda la comunidad, incluidas las mujeres y los jóvenes. No quiso finalizar el ponente sin dejar unas preguntas en el aire ¿Es la pobreza mundial algo propio, algo que nos afecta? ¿Qué hacemos, nos lamentamos o nos implicamos?